Bombas
Definicion: Bomba, sistema natural de movimiento de fluidos en transporte celular.
Bomba Atomica
Una bomba atómica es un dispositivo que obtiene una gran cantidad de energía de reacciones nucleares. Su funcionamiento se basa en provocar una reacción nuclear en cadena descontrolada. Se encuentra entre las denominadas armas de destrucción masiva y su explosión produce una distintiva nube en forma de hongo. La bomba atómica fue desarrollada por Estados Unidos durante la II Guerra Mundial gracias al Proyecto Manhattan, y es el único país que ha hecho uso de ella en combate (en 1945, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki).

Su procedimiento se basa en la fisión de un núcleo pesado en elementos más ligeros mediante el bombardeo de neutrones que, al impactar en dicho material, provocan una reacción nuclear en cadena. Para que esto suceda hace falta usar núcleos fisibles o fisionables como el uranio-235 o el plutonio-239.
Según el mecanismo y el material usado se conocen dos métodos distintos
para generar una explosión nuclear: el de la bomba de uranio y el de la
de plutonio.
Bomba de Plutonio
En este caso, a una masa de uranio llamada subcrítica se le añade una
cantidad del mismo elemento químico para conseguir una masa crítica que
comienza a fisionar por sí misma. Al mismo tiempo se le añaden otros
elementos que potencian (le dan más fuerza) la creación de neutrones
libres que aceleran la reacción en cadena, provocando la destrucción de
un área determinada por la onda de choque desencadenada por la liberación de neutrones.
Bomba de hidrógeno o termonuclear
Las bombas de hidrógeno lo que realizan es la fusión (no la fisión) de núcleos ligeros (isótopos del hidrógeno) en núcleos más pesados.
La
bomba de hidrógeno (bomba H),
bomba térmica de fusión o
bomba termonuclear se basa en la obtención de la energía desprendida al fusionarse dos núcleos atómicos, en lugar de la fisión de los mismos.
La energía se desprende al fusionarse los núcleos de deuterio (
2H) y de tritio (
3H), dos isótopos del hidrógeno, para dar un núcleo de helio. La reacción en cadena se propaga por los neutrones de alta energía desprendidos en la reacción.
Para iniciar este tipo de reacción en cadena es necesario un gran
aporte de energía, por lo que todas las bombas de fusión contienen un
elemento llamado iniciador o primario, que no es sino una bomba de
fisión. A los elementos que componen la parte fusionable (deuterio,
tritio, litio, etc) se les conoce como secundarios.
La primera bomba de este tipo fue detonada en Eniwetok (atolón de las Islas Marshall) el 1 de noviembre de 1952, durante la prueba Ivy Mike, con marcados efectos en el ecosistema de la región. La temperatura alcanzada en la «zona cero»
(lugar de la explosión) fue de más de 15 millones de grados, tan
caliente como el núcleo del Sol, por unas fracciones de segundo.
Técnicamente hablando las bombas llamadas termonucleares no son
bombas de fusión pura sino fisión/fusión/fisión, la detonación del
artefacto primario de fisión inicia la reacción de fusión como la
descrita pero el propósito de la misma no es generar energía sino
neutrones de alta velocidad que son usados para fisionar grandes
cantidades de material fisible (
235U,
239Pu o incluso
238U) que forma parte del artefacto secundario.
Bombas de neutrones
La bomba de neutrones,
también llamada bomba N, bomba de radiación directa incrementada o
bomba de radiación forzada, es un arma nuclear derivada de la bomba H
que los Estados Unidos comenzaron a desplegar a finales de los años
setenta. En las bombas H normalmente menos del 25% de la energía
liberada se obtiene por fusión nuclear y el otro 75% por fisión. En la
bomba de neutrones se consigue hacer bajar el porcentaje de energía
obtenida por fisión a menos del 50%, e incluso se ha llegado a hacerlo
de cerca del 5%.
En consecuencia se obtiene una bomba que para una determinada
magnitud de onda expansiva y pulso térmico produce una proporción de
radiaciones ionizantes (radiactividad) hasta 7 veces mayor que las de
una bomba H, fundamentalmente rayos X y gamma
de alta penetración. En segundo lugar, buena parte de esta
radiactividad es de mucha menor duración (menos de 48 horas) de la que
se puede esperar de una bomba de fisión.
Las consecuencias prácticas son que al detonar una bomba N se produce
poca destrucción de estructuras y edificios, pero mucha afectación y
muerte de los seres vivos (tanto personas como animales), incluso aunque
estos se encuentren dentro de vehículos o instalaciones blindadas o
acorazadas. Por esto se ha incluido a estas bombas en la categoría de
armas tácticas, pues permite la continuación de operaciones militares en
el área por parte de unidades dotadas de protección (ABQ).
Bombas sucias
Se las confunde con bombas nucleares cuando en realidad no tienen nada que ver unas con otras. Son las «bombas sucias»,
consistentes en la expansión mediante un explosivo convencional de
material radiactivo sobre una área de terreno con el fin de provocar
daños a la salud de las personas e impedir la habitabilidad de un
territorio, dejando secuelas de este hecho sobre todo aquel ser humano
que habite en ese lugar.
Estas armas son más accesibles que las verdaderas armas nucleares por
su diseño mucho más sencillo, aunque con un elevado daño potencial para
las víctimas que la sufran. Este tipo de artefacto no se puede
calificar, sin embargo, como bomba nuclear ya que no hace uso de
reacción nuclear alguna. Lo único que tienen en común las bombas sucias y
las nucleares es el uso de elementos radiactivos en su dispositivo.
Los proyectiles de uranio empobrecido
usados por los ejércitos actuales no tienen la consideración de bombas
sucias, pues no tienen efectos radiactivos. Se trata del aprovechamiento
del uranio empobrecido resultante de la fabricación de uranio
enriquecido para los usos civiles de la energía nuclear. Una de las
ventajas que aporta el uranio empobrecido en los proyectiles es su
elevada densidad como material (mayor que la del plomo), lo que facilita
su poder de penetración. Otra es su carácter incendiario, ya que al
superar los 600 °C arde espontáneamente. Esto provoca que al penetrar en
el objetivo tras el impacto, el proyectil arda instantáneamente
incendiando todo lo que está a su alrededor (por ejemplo, la tripulación
de un carro de combate y toda su carga explosiva).
Por desgracia, el uso de uranio empobrecido procedente de combustible
nuclear reprocesado (y no del sobrante del enriquecimiento de uranio)
hace que contenga trazas de plutonio, material altamente radiactivo que
puede provocar cáncer y enfermedades severas a los humanos que entren en
contacto con él. Los ejércitos que han usado en sus arsenales este
material (EE. UU. principalmente) han reconocido la presencia de trazas
de plutonio en sus proyectiles a la vez que se han comprometido a tomar
medidas para evitar la contaminación radiactiva tras su uso.